sábado, 23 de diciembre de 2017

CUAL BOLSA SACA y BOLSA SECA ?...SUPREMA CORTE de (IN) JUSTICIA del PAIS "DONÓ DINERO PUBLICO" a DAMNIFICADOS...ajenos al dinero ajeno.

A inicios de diciembre, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar, entregaba –sonriente– un cheque por 2 mil 183 millones de pesos como “donativo de la Corte” para la reconstrucción de las zonas afectadas por los sismos del pasado 7 y 19 de septiembre, que enlutecieron al país y que dañaron la estructura social de miles de familias que perdieron a alguno de sus miembros, además de sus viviendas y otros bienes.
Aunque el dinero “donado” forma parte del presupuesto asignado a ese órgano del Poder Judicial, es justo decir que dicho “donativo” se hace con recursos públicos, con dinero de todos los mexicanos, y no con recursos que salgan de los bolsillos o de los sueldos de los 11 ministros de la Corte.
Hubiera sido en realidad una gran noticia que fueran estos ministros quienes entregaran parte de sus onerosos salarios para los damnificados por los sismos, más aún cuando sabemos que cada ministro de la Corte recibe más de 500 mil pesos por mes entre salario y prestaciones, suma abusiva en un país en donde la mitad de su población, más de 53 millones de mexicanos, se debate en la miseria.
El problema de México es precisamente esa élite de burócratas que al paso del tiempo se ha convertido en una enorme carga económica para todos los trabajadores que con dificultades cubren sus impuestos y que obligadamente deben pagar altísimos salarios a los funcionarios de los tres niveles de gobierno.
Por eso, cuando el presidente de la Corte habla de un “donativo” del máximo  órgano judicial, en realidad debe saber que se trata de dinero arrancado del salario de millones de mexicanos que son exprimidos a través del pago de impuestos. Y por más que esa clase en el poder, enriquecida brutalmente a costa de los mexicanos, pretenda promover su imagen y colgarse medallas en medio de la tragedia que dejaron los sismos, sólo exhibe sus abusos que cada sexenio van en aumento, pero que algún día la historia los juzgará.
Mientras esa simulación y abuso de los altos mandos de servidores públicos continúe sin pudor, millones de mexicanos seguirán sumidos en la crisis económica y social que ahora enfrentan, manteniendo a una burocracia inútil, gastalona, onerosa y corrupta.
fuente.-Miguel Badillo

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